Cada año, las enfermedades cardiovasculares son la causa de muerte de cuatro millones de personas en Europa (uno de cada tres en España). Son la principal causa de muerte por delante del cáncer y de los accidentes de tráfico. Y la mejor manera de combatirlas es comiendo sano y practicando ejercicio de manera regular.

Infartos, ictus, hemorragias cerebrales e insuficiencias cardíacas son la primera causa de fallecimiento y la Organización Mundial de la Salud (OMS) predice que para el 2030, casi 23,6 millones de personas morirán en el mundo por algún trastorno de este tipo, principalmente por cardiopatías y accidentes cerebrovasculares.

Combatir estas enfermedades cardiovasculares puede estar en nuestras manos. Pese a que hay algunos factores que nos condicionan y nos dificultan la lucha, como los antecedentes familiares o la edad, podemos hacer mucho. Así, de nosotros depende estar en un peso adecuado, dejar de fumar, llevar una vida más activa y menos sedentaria, reducir el estrés, la hipertensión arterial o la diabetes.

Por ello te recomendamos que pongas en práctica la dieta mediterránea, llena de alimentos saludables como: pasta, arroz, verduras, hortalizas, legumbres, frutas y frutos secos; el uso del aceite de oliva; el consumo moderado de pescado, marisco, aves de corral, productos lácteos (yogur, quesos y huevos); y pequeñas cantidades de carnes rojas.

Esta variada dieta deberás combinarla con algo de ejercicio físico a diario. Camina una media hora cada día y será suficiente para cuidarte.